bati-gol

"situación: la ceremonia de un casamiento, un hotel de lo más conchet, fiesta de día, gente vestida muy elegante.

Camilita (quien les habla) entra en escena con un vestido largo que no lo podés creer lo bueno que está, lo mismo que sus amigas las queridas pirolas. Hay servicio de catering así que los canapés de salmón van como piña mientras todos comentan que la ceremonia se está haciendo esperar, que por qué tardan tanto, que otra vez lo mismo... Para matar el aburrimiento, camilita se dirige hacia una señora que aparentemente hacía tatuajes. Ahí nomás, en la recepción del hotel. La tatuadora (que tenía una silla como de masajista) me pregunta en dónde lo quiero y yo le indico que en la cintura, justo donde terminan los pantalones tiro bajo (muy britney de los 90, muy supuestamente sepsi pero en realidad más grasa imposibe), atrás. Al rato, termina el proceso y me miro al espejo, orgullosa y feliz. Me había tatuado un retrato en azul y con ribetes (onda arte "porteño-tango") de nada más y nada menos que... la brujita verón!!! divina quedó la brujita con su chivita y su pelada, re bien retratada, si la brujita estaba parada atrás mío, te confundías mi espalda con un espejo, de lo bien hecha que estaba...

Vuelvo con las chicas y les muestro la obra maestra. Lau expresa su opinión sincera: "cami, estás loca!! eso no se va más" y yo le digo: "a mí me encanta" y ahí nomás me pongo a pensar en que no me acordaba si el tatuaje era permanente o no, si me lo habían hecho con aguja o con pincel... mi pensamiento fue "bueno, si es de verdad, lo tapo con algo... lo tapo con un círculo... pero de qué color? azul! no azul no, es muy político... bueno, verde, sí, verde sí". Resuelto el problema, me encamino hacia la ceremonia que vaya a saber uno por qué, pero se había suspendido... algo con un cajón de muerto."


eso soñé la otra noche... no sé si reir o llorar.