Hoy tuve una mañana muy fuera de lo común. Primero fui a la facultad (primera cosa fuera de lo común) y de ahí me fui a hacer tiempo en un bar de plaza italia, porque tenía que hacerle un favor a Sra. Madre.
En el bar, me pedí un té con leche con 1 media luna y el mozo me regaló una media luna extra. Le sonreí y me dispuse a comerlas. Resulta que el bar no era un bar, sino una pizzería y entonces las facturas me olieron a Fugazzeta (ni a cebolla ni a pizza, a fugazzeta), pero me dio cosa no comérmelas o pedirle al mozo que me las cambie, porque fue re amable y me regaló una y lo que se regala no se devuelve. Entonces, me las comí. No tenían gusto a Fugazzeta, tenían gusto a media luna, pero olor a fugazzeta, un fenómeno bastante extraño...
Se hicieron las 10 de la mañana (sí, voy a la facultad muy temprano) y ya podía hacer lo que tenía que hacer, que era ir al zoo a reservar el cumple de mi hermana pequeña. Así que, crucé plaza italia con la capucha puesta y las manos en los bolsillos (friiiioooo) y fui hasta la entrada de Sarmiento del Zoo, la que está más o menos cerca del teatro. Tuve que tocar el timbre (ja! el zoológico tiene timbre!) y me vino a abrir la chica de ventas con la que después estuve discutiendo temas trascendentales como si la torta iba a ser de bizcochuelo de chocolate o de vainilla y si la cobertura iba con granas o no...Una vez finalizada la entrevista, yo pensé que esta chica Ruth me iba a acompañar a la salida, pero no. Me despidió con un "salí por la puerta que te quede más cómoda" y listo. Cuestión, terminé vagando por el zoológico sola a las 10 de la mañana.
Mi impresión fue que los animales se comportaban raro, como que no hacían el showcito para la gente, sino que estaban en la suya, re tranquilos. Probablemente la esté limando, pero para mí que no. Por ejemplo, las liebres esas que andan por los caminos, por lo general salen corriendo cuando alguien está a 6 metros. Hoy, no sólo me acerqué a una distancia de 40 cm (qué precisa!) sino que las dos liebres que vi estaban comiendo de uno de esos cubos de pasto verde (tengo menos campo...) y me dejaron que saque un pedacito para darle a la cebra. Otra, la cebra. Le di de comer y después se me quedó mirando fijo un tiempo re largo. Nunca había tenido contacto visual con una cebra, así que me pareció muy loco. Después, vi a dos canguros peléandose (con piñitas, como en los dibujitos), a los leones dándose besos y a un oso caminando en círculos.
Tuve un episodio digno de mención con los bambis: les fui a dar de comer y comprobé todo eso de "la superviviencia del más fuerte". Me había quedado pastucho de las liebres y la cebra y se los fui a dar a los ciervitos estos y el muy guacho del que tenía los cuernos más grandes no dejaba que los pequeños comieran!! se quería comer todo!! maldito macho alfa egoista y traicionero!! no comerás de este pasto, no señor. Se acercaban todos a donde estaba yo (reja de por medio, claro está) y el soretín este les cerraba el paso, o se movía de costado para no dejarlos comer. Me indigné y busqué la forma de darle a los pequeñitos y a las hembras y me sentí robin hood repartiendo el botín robado a las liebres entre los pobres y desamparados bambis. Con las manos vacías, me quedo mirando un rato a los bichos estos y me doy cuenta de que tienen una pinta de bobos increíbles. Así que, me salió la niña diabólica de adentro y los asusté (previamente, me fijé de que no hubiera testigos oculares de mi travesura). Los asusté con un "BUH!" fuerte (y lo más grave que pude) y con manos como monstruo. Y se re asustaron!!! me dieron algo de pena, la verdad. Dieron todos juntos unos pasitos cortitos para atrás y bajaron las orejas. Pero la niña malvada no estaba satisfecha... los asusté tres veces más (si lo hacemos, lo hacemos bien), con el mismo resultado. Saciada la sed de travesura y con un frío que me llenaba las orejas, terminé mi tour gratuito por el Jardín Zoológico de la Ciudad de Buenos Aires, lamentando profundamente no haber tenido la cámara.
En fin, una mañana tan inesperada como congelada, pero no por eso menos divertida.
miércoles, 28 de mayo de 2008
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
5 comentarios:
sisi aca te das cuenta por que sos la mayor de las gimenez. no te bastaba con darles de comer oh claro que no ,tenias que asustarlos para demostrales que sos superior.
la ultima vez que fui al zoologico termine empapado... y sentado en un banco bajo un arbol rodeado de plumiferos.
un beso camie segui flasheando con estos posts.
JAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJ
Ping.
JAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJ
No hay nada que me cause más gracia.
Gimé-nez :-# forever.
1, "2", 3 JAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJA
yo termine abajo de un quincho :p
perdón la lime.
Eeey, no molestes a mi pacientes! Yo también anduve en una pizzería de Plaza Italia! Pero comí pizza, que gracias a Dios y al cocinero, tenía olor a pizza.
Quiero saber de tu vida! Hablamos?
Un besoooote
Quiero poner que me encantó y me divirtió este último texto, pero como no me reí poner jajaja me suena a mentira, pero bueno, se entiende.
Hoy llegué tarde al trabajo porque me quede leyendo tu blog, cosa tonta porque lo podría haber hecho desde ahí y encima cobrar por eso, pero bueno, la ansiedad.
Estoy pensando una excusa para poner perobueno de nuevo, pero bueno, no se me ocurre.
Que tonto, pero bueno, soy asi.
Basta.
Puntas para lo que publicaste:
Lo que te pasó con la medialunfugazzeta, me hace acordar cuando, años atrás, estaba en Mc Donalds la oferta de los tostados. Me acuerdo de haberlos pedido y el opan era el mismo de las hamburguesas. Que se yo, era raro...
El ofrí es mayúsculo, si si, yo tmb me congelé.
Divertido lo que te pasó con los animales, no te digo al estilo "Madagascar", pero bueno...
Puede que no sepas mucho de música, pero siempre es buen momento (como diría Mariano Closs) para empezar y darle una oída.
Saludos!
Publicar un comentario