no sabría decirte

Creo que ayer me quisieron robar, no estoy segura. Resulta que eran las tres de la tarde y yo me dirigía hacia mi trabajo, tranquila, caminando por la vereda del sol y moviendo la cabeza al ritmo de la musique que sonaba desde mi no muy querido mp3. De repente, de la nada, sale un niño (si tenés alrededor de 12 años y medís menos de 1.60, sos un niño) y me intercepta. No me deja pasar, me bloquea el camino. Yo sigo escuchando música y se desarrolla el siguiente diálogo:

Niño asaltante

una moneda

Cami

no, no tengo

Niño asaltante (se acerca más y sigue sin dejarme pasar)

el emepetre'!

Cami

no, no tengo

(y me abro para un costado y sigo caminando y escuchando música con los auriculares más grandes del mundo, muy poco careta).

A la media cuadra caí en lo que había pasado y un poco me asusté, pero el niño asaltante ni me siguió, ni me gritó, ni me dijo nada. Siguió caminando para el otro lado. Se ve que pensó lo mismo que yo: ni da trabajar un sábado.